jueves, 19 de diciembre de 2013

Erase una vez: la educación pública

      No hará mucho tiempo que en una clase práctica de Didáctica, o como me gusta llamarlas: clases para pensar, nos pidió el profesor que recordáramos aquellos años en los que por aquel entonces aún nos encontrábamos en edad escolar... más concretamente nos pidió que pensáramos en algo que nos hubiese llamado la atención, algo que nos impactara de forma positiva, un bonito recuerdo... algo que nos hubiese dejado huella.

      Sinceramente no me llevó mucho tiempo en dar con ese recuerdo. Algunos/as de mis compañeros/as llegaron incluso a emocionarse recodando aquellos profesores que tanto les animaron y tan buenos consejos les dieron en momentos difíciles... yo, en cambio, jamás olvidaré aquel día en el que el timbre dejó de sonar a timbre. Estaba asistiendo, aunque por aquel entonces no lo supiera, a un gran acontecimiento en la historia de la educación. El timbre, que con su particular sonido nos recordaba cuándo terminaba nuestro tiempo de descanso, desapareció dejando paso a una melodía... una melodía que cambiaba todos los días.

      Recuerdo que mis ganas por ir a clase de pronto aumentaron, simplemente por el gusto de escuchar algo bonito para mis oídos. De pronto los recreos, las entradas a clase por las mañanas... todo resultó mucho más placentero... porque la música es algo que a todos gusta.

      Mencioné antes que sin saberlo estaba siendo partícipe de algo histórico. Pues para explicarlo y que me entendáis tendré que remontarme muchos años atrás... es hora de contaros algo de historia de la mano del mayor historiador del mundo... Erase una vez: la educación pública, gratuita y obligatoria.




      La educación pública, gratuita y obligatoria fue inventada en algún momento de la historia... y este momento fue en el recién entrado S.XVIII, en una época que se conocía como despotismo ilustrado.

      La escuela tal como la conocemos nace en el S. XVIII y XIX en Prusia... con el fin de evitar las revoluciones que se sucedían en Francia, los monarcas incluyeron algunos principios de la Ilustración para satisfacer al pueblo, pero manteniendo el régimen absolutista. La escuela prusiana se basaba en una fuerte división de clases y castas... y su estructura, heredada del pueblo espartano, fomentaba la disciplina, la obediencia y el régimen autoritario. Estos déspotas ilustrados buscaban tener un pueblo dócil, obediente y fácil de preparar para las guerras... bien podrían llamarse súbditos.

      En pocos años, educadores de América viajaron a Rusia y el modelo se expandió a nivel internacional bajo la bandera de igualdad y educación para todos cuando en verdad los propósitos provenían del despotismo del que hablamos.

      La escuela nace así en un contexto positivista regido por una economía industrial, que buscaba obtener los mejores resultados observables con el menos esfuerzo e inversión posible, aplicando fórmulas científicas y leyes generales... La Escuela Pública era la respuesta a las necesidades de los trabajadores y los mismos empresarios industriales fueron quienes financiaron la escolarización obligatoria a través de sus fundaciones. 

      Fue entonces cuando apareció el modelo de producción en la cadena de montaje, perfecto para la producción... lo cual era comparable a la educación de un niño. Separando a niños por edades y grados escolares, en cada curso trabajarían materias comunes a todos que supuestamente les llevarían al éxito. Los maestros hacían las veces de administrativos, ya que administraban a sus alumnos por edades, grado escolar...

      La educación actualmente es administrativa. Un profesor es un funcionario en el que la autoridad le dice lo que tiene que enseñar y de qué forma. Siempre dirige a un grupo. La escuela, como en el ejercito y la fabrica, ha seguido el modelo de la cadena de montaje... tanto es así, que el patio termina con el sonido de un timbre... y es con esto a lo que me refería al principio con el hecho de que cambiaran el timbre por algo más humano como una simple melodía.

      Durante los últimos siglos se han construido las escuelas a semejanza de las prisiones y las fábricas. Poco a poco las personas se convierten en numero, estadísticas... el sistema acaba deshumanizándonos, considerando a los alumnos como homogéneos... Todos debemos de saber lo mismo. La escuela no hace individuales.

      De esto podemos fácilmente concluir que el sistema educativo era un sistema de exclusión social, ya que seleccionaba a la élite y para las personas que no disponían de títulos porque eran de rendimiento más bajo eran apartados hacia el trabajo. Por aquel entonces no preocupaba el ser humano como persona, como individuo... Lo peor de todo, es que muchas veces aún vemos que muchas de éstas características tristemente siguen perteneciendo a la escuela actual del S.XXI... 
     
"Observamos aquí a un grupo de profesores enseñando a sus alumnos..." 

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