Punto de mira: fracaso escolar

      Si bien el fracaso escolar es una realidad que nos entristece día a día, la última recogida de datos nos hace vislumbrar un atisbo de esperanza, ya que estos dos últimos años se ha reducido en 2.3 puntos... no es mucho, pero poco a poco conseguimos resultados cada vez mejores... Y este año la verdad es que hay indicios de que podría mejorar esa cifra.

      ¿Por qué pienso eso? Porque ahora más que nunca se tiene en cuenta la implicación de la familia, de hecho el departamento de Educación se encuentra ultimando detalles sobre una nueva orden que regulará el contrato familia-tutor que pretenderá implicar más a los padres para tratar de combatir el fracaso escolar. Esto si todo va bien se pondrá en marcha este mismo curso en los centros con fondos públicos que lo soliciten.

      Para los curiosos que quieran saber más sobre el nuevo contrato familia-tutor, les diré que incluirá compromisos concretos como por ejemplo la promoción de la lectura desde los primeros años de escolarización o la posibilidad de que el alumnado realice tareas o acciones sociales si es expulsado del centro. No obstante, cada contrato posee unas características que lo hacen especial según la etapa educativa en la que se encuentra el alumno... ¿Qué tal un pequeño resumen?

• Para los escolares de Infantil se concretan acuerdos sobre la adquisición de hábitos y rutinas, incluida la organización del tiempo familiar y escolar, tratando así de inculcar conocimientos acerca de una correcta alimentación, higiene, descanso, comunicación... Son aspectos que nos suelen corregir en la etapa adolescente, cuando uno hace exactamente lo que quiere y obviamente enseñar esto desde el principio crea una buena base para una buena educación que se traducirá en un menor fracaso escolar.

• Una vez lleguemos a Primaria, nos encontraremos que la asistencia y la puntualidad cobra mucha más importancia, además de inculcar rutinas, hábitos de tareas en casa, horarios de tareas escolares y de lectura, también sobre actividades de ocio... e incluso se tratará de conocer la información médica y social que pueda influir en el proceso educativo. 

• Por último, una vez nos encontramos en la ESO, prevalecerá la corresponsabilidad de familias, centro y alumnado para la consecución de objetivos y cumplimento de expectativas, además de poder impulsar medidas de responsabilidad social en los procesos educativos... es decir, que el alumno en sí tendrá que tomar conciencia de que empieza a tomar responsabilidades.

      Si nos fijamos bien, pasando por esas 3 etapas encontramos la importancia real de las familia en la educación del alumno, que son los que realmente sientan las bases de la educación y no solamente los centros educativos... estos más bien los complementan.

      Según la perspectiva ecológica de Bronfenbrenner, el desarrollo depende de la persona y de todos los niveles del medio ambiente, siendo uno de ellos la familia y la escuela, pero... ¿qué influye más en la formación del alumno para la integración a la sociedad: la familia o la institución educativa?

"La educación debe comenzar en la familia...

...continuarse en la escuela...

...y consolidarse a lo largo de toda la VIDA"